La cuenta regresiva para el Mundial 2026 ya arrancó y en lo que respecta al trabajo del Gobierno de la capital, se están llevando a cabo varios proyectos, sin embargo, uno de los mas controversiales es el de la Ciclovía en Tlalpan, al sur de la ciudad de México.

Con el argumento de mejorar la movilidad, los carriles de la lateral de esta avenida han sido intervenidos. Esta obra arranco a mediados de año y el objetivo son 34 kilómetros de ciclovía que conectará al sur de la ciudad con el Zócalo, mismo que pasará por el Estadio Azteca, una zona clave para los asistentes a la Copa Mundial.

La jefa de gobierno, Clara Brugada Molina informó a mediados del mes de noviembre el nombre oficial de la ciclovía “La Gran Tenochtitlan”, misma que cuenta con poco mas del 60% de avance. La mayoría de estos trabajos se llevan a cabo por la noche con la finalidad de no generar mayor afectación a esta concurrida avenida.

El recorrido comienza en la calle Lucas Alamán y se extiende a lo largo de 1.5 kilómetros sobre Tlalpan para que aquellos que decidan transportarse de esta manera, puedan vivir la experiencia de inicio a fin.

Pese a que el ambicioso proyecto forma parte de uno de los avances mas significativos en el periodo político actual, lo cierto es que los cuestionamientos no se han hecho esperar, sobre todo para aquellas personas a las que esta vía afecta. Un ejemplo de ello, son las trabajadoras sexuales que laboran en esta zona.

Para entrara a este tema, es importante mencionar que las personas que ejerce esta labor han luchado por años para que sus derechos les sean reconocidos. Anteriormente, la policía solía llevar a cabo operativos por Tlalpan con helicópteros para amedrentarlas, sin embargo, estas personas no se dieron por vencidas, y pese a que ya no son perseguidas por la seguridad, lo cierto es que el proyecto de la ciclovía en su zona de trabajo no les ha beneficiado.

De acuerdo con El país, sus ingresos se han visto afectados entre un 70 y 80%, por su parte, estas personas (en su mayoría mujeres) volvieron a hacer un llamado a las autoridades para que se reconozca y se dignifique su labor, argumentando que son personas que forman parte de la ciudad y llevan a cabo el pago a tiempo de sus impuestos y reafirman que tienen derechos de trabajan la calle.

Además, algunas trabajadoras sexuales aseguran que desde que comenzaron esta obra, arriesgan mas su vida al esquivar los coches y las bicicletas para poder llegar a sus clientes.

Por ello, diversos grupos de trabajadoras sexuales salieron a protestar desde el pasado 19 de agosto. Entre los cuestionamientos que resaltan esta el que el Gobierno de la Ciudad de México tenia la obligación de hacer una consulta pública ya que actualmente ha llegado a perjudicar a 7,200 trabajadoras sexuales en la calzada, de las cuales, al menos el 80% de ellas son amas de casa.

De acuerdo con el secretario de Gobierno, Cesar Cravioto, hasta el 09 de septiembre se llevaron a cabo siete, esas de trabajo con las trabajadoras sexuales para poder llegar a un acuerdo, ¿el resultado? 58 puntos de inclusión con la finalidad de que la sociedad pueda acceder a opciones de movilidad y que ellas puedan llevar a cabo su trabajo de forma segura.

El caos vial es exhibido para quienes viven, laboran o solo pasan por esta zona. Entre personas caminando con grandes maletas y cajas por la ciclovía incompleta hasta abusos por parte de motociclistas quienes invaden la zona y todos se preguntarán ¿y la policía? Brilla por su ausencia.

Pese a que este proyecto puede ser innovador y accesible para algunos, hay otro sector de la sociedad a la que le afecta, esto convierte a la ciclovía “La Gran Tenochtitlan” en un proyecte que no es cien por ciento eficiente.