La Ciudad de México es un lugar diverso donde conviven ciudadanos con diferentes capacidades y necesidades. Sin embargo, las personas con discapacidad a menudo enfrentan barreras significativas en su movilidad, tanto en la vía pública como en los sistemas de transporte. Por ello, el Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México (STC) es una de las redes de transporte más grandes y utilizadas del mundo. Como parte de las acciones de capacitación continua al personal de seguridad asignado a las 195 estaciones de este transporte, el director del monstruo naranja, Adrián Ruvalcaba garantizó esta formación que permitirá el acceso a personas con discapacidad acompañadas de animales de asistencia. 

El inicio de esta formación se llevó a cabo en la sede del Instituto de las Personas con Discapacidad (INDISCAPACIDAD) de la Ciudad de México, cuya primera etapa durará hasta finales de este año y se capacitaran a 1,400 cuerpos policiacos. 

Este curso será impartido por personas facilitadoras de este Instituto, mediante diferentes sesiones prácticas con un promedio de 70 participantes por sesión.

Entre los objetivos está concientizar al personal policial sobre el ingreso de las personas con discapacidad usuarias de perros de asistencia a las estaciones de este transporte; por lo que se espera que esta iniciativa no solo mejore la calidad del servicio ofrecido por el Metro, sino que también genere un impacto positivo en la percepción pública de la seguridad y la atención al usuario. Un cuerpo policial bien capacitado puede aumentar la confianza de las personas con discapacidad en el uso del transporte público, promoviendo así su autonomía y participación activa en la vida urbana.

La capacitación del personal policial del Metro de la Ciudad de México en la atención a personas con discapacidad es un paso significativo hacia la inclusión y el respeto por los derechos de todos los ciudadanos. A medida que la ciudad avanza en la mejora de sus servicios, es imperativo que se mantenga el enfoque en la empatía y la sensibilidad, asegurando que el transporte público sea un espacio accesible para todos. Con estos esfuerzos, el Metro no solo se consolida como un medio de transporte eficiente, sino también como un modelo de inclusión y dignidad en el servicio público.