
Rosario Castellanos Figueroa nació el 25 de mayo de 1925 en la Ciudad de México, sin embargo, pasó gran parte de su infancia y adolescencia en Comitán de Domínguez, Chiapas. En este lugar fue que la escritora construyó su postura sobre la corriente indigenista.
La escritora, periodista y diplomática comenzó a sobresalir en las letras como poeta el año 1948, a la par que quedó huérfana. Posteriormente emigró a su ciudad de nacimiento para llevar a cabo la maestría en Filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y posteriormente fue becada para estudiar estilística en la Universidad de Madrid.
Su primer libro fue la novela Balún Canán y junto con Ciudad Real y Oficio de Tinieblas, forman la narrativa indigenista más importante de la nación.
Tras publicar su tesis Sobre cultura femenina en 1950, la escritora no dejó de incursionar en el ensayo.
Rosario Castellanos fue una de las primeras precursoras en el movimiento de liberación femenina al cuestionar aspectos como la existencia de la mujer, la manera en la que vive y el modo en el que se desenvuelve en esa época.
Para muchos de sus colegas y gran parte de la ciudadanía, Rosario le dio voz a aquellos sectores vulnerados por el machismo e ignorados por la sociedad, como lo fue a las personas pertenecientes al sector indígena, especialmente a las mujeres pobres.
En sus poemas plasmó la convivencia, las costumbres ancestrales y aquello negativo en torno a este sector poblacional. Tornándose en la visibilización de las injusticias hacia los mismos.
En temas de narrativa, la novelista mexicana Rosa Beltrán considera que Rosario Castellanos fue la primera mujer escritora del siglo XX en utilizar como técnica narrativa la primera persona para hablar de temas que en su época eran indebidos. Además le admira su pasión por la escritura plasmada en los escritos del día a día y su actitud positiva.
Rosario Castellanos fue madre de Gabriel Guerra Castellanos y esposa de Ricardo Guerra Tejada con quien compartió gran parte de su vida.
Finalmente, Rosario murió a causa de un choque eléctrico el 7 de agosto de 1974 en Tel Aviv, Israel, mientras fungía en el cargo de embajadora en Israel.
Este domingo se cumplen cien años del natalicio de una mujer consciente de las problemáticas sociales y luchadora de la justicia de aquellos que no eran escuchados