
Comunicóloga, cineasta, artista, standupera, influencer y activista, son algunas de las especialidades de Camila D. Aurora, quien lleva varios años mostrándonos no sólo su creatividad por medio de redes sociales, sino también su trabajo en el activismo por los derechos de la comunidad Trans.
Camila, es la mente creativa detrás de grandes proyectos como “Johanne Sacreblu” un cortometraje nacional que continúa generando polémicas en redes sociales por ser concebido como la respuesta en forma de comedia a Emilia Pérez, cinta francesa que aspiró a los premios Oscar este año.
En la perspectiva de Camila, la cinta protagonizada por la española, Karla Sofia Gascón, no tuvo el impacto esperado debido a que Emilia Pérez fue más bien utilizado como “un objeto que se utiliza para que la historia avance” y no como una verdadera protagonista.
Su experiencia en diversas disciplinas artísticas ha sido fundamental para coordinar al equipo de trabajo en sus proyectos, así lo informó durante una entrevista que sostuvo con la YouTuber Gaby Meza para el canal “Hablando de cine”. Sin embargo, pese a los aciertos que ha tenido, también se ha enfrentado a desafíos personales.
En junio de 2024 publicó un emotivo mensaje a través de su red social Instagram sobre su experiencia con el tratamiento hormonal, situación que le ha sido difícil manejar pues hay días que se siente menos cómoda con su cuerpo, que otros días.
La también comediante ha formado una comunidad sólida con su audiencia a través de redes sociales y plataformas como YouTube con su canal “Johanne Sacrebleu”, en donde ha alcanzado más de 31 mil suscriptores, mismo canal en el que comparte contenido diverso que van desde sus experiencias personales hasta publicaciones con humor que reflejan su personalidad.
Recientemente Camila Aurora encabezó una marcha al interior del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro luego de que el pasado 12 de agosto, un cuerpo de policía de las instalaciones, negara la entrada a una mujer de la comunidad Trans al vagón de mujeres y niños, argumentando que era un “caballero”.
Con pancartas y flores, la activista organizó a un grupo de personas de la comunidad LGBTIQ+ en la Glorieta Insurgentes y posteriormente se trasladaron a la estación del Metro Merced, como un acto de visibilizar esta comunidad.
Es así como esta multifacética mujer ha dejado un legado artístico, cultural y social en el México de hoy.