
El pasado 17 de junio de este año entró en vigor la denominada “Ley silla” que obliga a los jefes de trabajo proporcionar asientos con respaldo a sus trabajadores y permitir descansos sentados sin que esta acción interfiera con la operación del trabajo.
El derecho al descanso es el principal argumento de esta ley y el beneficio principal es para la salud. Proviene la fatiga muscular, dolor lumbar, varices, problemas circulatorios y alineada con recomendaciones internacionales.
De acuerdo con el Termómetro Laboral de OCC, el 45% de las personas que trabaja de pie no recibe ningún tipo de apoyo de sus empleadores para eliminar los efectos negativos. Entre quienes trabajan bajo esta condición, la mitad reporta molestias físicas.
Pese a que estar erguido es una posición natural para el ser humano, mantener el cuerpo durante tiempos prolongados de esta forma requiere de esfuerzos musculares importante. Algunos de los riesgos que corren las personas que llevan a cabo actividades de pie en tiempos prolongados es:
Con esta ley, queda estrictamente prohibido a los patrones, obligar a sus empleados a permanecer de pie durante toda su jornada laboral, por lo que deberá ser implementada en sectores de servicio, comercio y similares.
En el caso de las empresas de corte industrial, las disposiciones solo podrán ser exigibles cuando la naturaleza del trabajo lo permita.
Las compañías que no cumplan, deberán enfrentar multas que van de los 27 mil pesos mexicanos, hasta los 271 mil pesos.
Este tipo de legislación ya se aplica en países como España, Chile y Argentina y su llegada a México significa un avance y reconocimiento a los derechos de los empleados.