
La Posada del Sol es un aterrador Hotel ubicado en el centro de la Ciudad de México que guarda historias terroríficas de misterio y terror que pese a que han sido varios los intentos por ocupar el espacio no ha sido posible hacerlo.
En sus buenos tiempos este lugar presumía de ser una magnífica arquitectura, sin embargo ha quedado a la deriva y en el abandono, dando entrada a la leyenda más terrorífica de todos los sitios de esta índole en la Ciudad de México.
Este lugar fue creado por el Ingeniero Fernando Saldaña Galván en Avenida Niños Héroes 139 en la Colonia Doctores y contiene esculturas y murales hechos por reconocidos artistas, lo que le da un estilo neoclásico, gótico, colonial y barroco.
Este lugar alberga un sinfín de historias, como la del mismo creador de la estructura colgado de una campana en el patio frente a una escultura de San Francisco de Asís.
Otra de las leyendas cuenta que en los años 60 el lugar fue propiedad del IDECO y cuidadoras se dedicaban a atender a los hijos de los trabajadores. Por lo que se dice, se extravió una niña que lamentablemente fue hallada muerta en la habitación 103 y se cuenta que su fantasma quedó en estos lugares, sin embargo, su vestido quedó inmortalizado en una de las paredes de este lugar a modo de altar en su honor.
Sin embargo, la historia más terrorífica tiene como protagonista al ex Director General de la Policía y Tránsito del Distrito Federal, Arturo “El Negro” Durazo Moreno, quien de aucuerdo con testimonios de vecinos, la Posada del Sol era parte de los centros de tortura que este hombre llevaba a cabo bajo el nombre de “Brigadas Blancas” una agrupación secreta que se dedicó a reprimir, espiar y torturar movimientos políticos y sociales que estaban en contra del gobierno.
Vecinos aseguran que podían escuchar los gritos de ayuda de los estudiantes y más víctimas del Gobierno del entonces Presidente de México, José López Portillo mientras eran torturados hasta la muerte.
Sin embargo en el año de 1998 el entonces Presidente Ernesto Zedillo intentó convertirla en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, sin embargo no se pudo y para la administración como de Miguel Ángel Mancera como jefe de gobierno, se contempló la creación del Faro de Artes y Oficios, sin embargo ninguno de estos proyectos se completaron.
Al día de hoy este lugar continúa abandonado y de acuerdo con los planes de la administración en curso, se espera que algún día llegue a ser una Universidad de Derecho.