
El miércoles 10 de septiembre parecía ser un día normal, hasta que a las 2:00 de la tarde sucedió una tragedia, una pipa de gas explotó en la zona del puente de la Concordia en la alcaldía Iztapalapa, Ciudad de México.
El suboficial Alberto Paredes Juárez, de la secretaria de seguridad y protección ciudadana, vio una enorme nube de gas que rápidamente cubrió todos los carros que se encontraban en el lugar. Cuenta que apenas alcanzó a subir los vidrios de su vehículo, cuando se escuchó un flamazo, que hizo vibrar su coche y ocasionar que se apagara definitivamente. Al descender del automóvil, asegura que se sintió como un horno aquel ambiente en llamas y vio corriendo a tres personas que solicitaron su auxilio desesperadamente, por lo que procedió a sacar el extintor de su coche y apagar el fuego de los cuerpos de las víctimas.
El oficial segundo, Marco Antonio Reyes Peña, por su parte, se encontraba circulando sobre Calzada Ermita cuando se percató de la columna de humo ocasionada por el siniestro. Al arribar al lugar, asegura que vieron una escena impactante en la que cientos de personas estaban en llamas. “Es difícil que alguien esté preparado para una situación de esas dimensiones” agregó el oficial, quien asegura que, pese a que es parte de su labor de todos los días, para el fue impactante por la magnitud de los afectados y el accidente.
Entre las acciones que llevó a cabo fue concentrar a los grupos lastimados en una zona segura, sin embargo, asegura que, por la gravedad de los hechos, fue agotar los recursos para que siguieran con vida.
Otro de los héroes en este hecho y que además se hizo viral cuando cargaba a una bebé en brazos mientras ponía a salvo a este y a su abuela Alicia, es Sergio Ángel Soriano Buendía, policía bancaria industrial, participó en el rescate de personas. Asegura que una vez que puso a salvo a la menor, regreso por su abuela y la acompaño al Instituto Mexicano del Seguro Social. Entre las labores que llevo a cabo por la señora Alicia fue cubrirla con un trapo húmedo y darle ánimos.
Cabe destacar que, en el año 2015, el oficial Sergio Soriano devolvió una maleta extraviada por una mujer que contenía $42 mil pesos, mismos que fueron entregados a su dueña a salvo y completos, lo que habla de la honestidad, los valores y el humanismo de esta persona.
Entre las víctimas, se encontraba “Cereza” una perrita de raza pequeña quien permanece en resguardo del refugio “Huellitas, amor sin fronteras” a cargo de Ana Diaz Flores. Este can se encontraba embarazada al momento de los hechos ocurridos y fue llevada de emergencia al hospital en donde se le practicó una cesárea de emergencia y pese a que todo salió bien en un principio, debido a que los cachorros fueron prematuros solo sobrevivieron dos de ellos.
Cereza se recupera de las quemaduras de su cuerpo y se cree que pudo haber huido de algún hogar. Por lo que la directora del refugio de protección animal hizo un llamado para que, si alguien reconoce al can, pueda ir por ella.
Pero no son los únicos héroes, en Iztapalapa abunda la gente honesta que ante una desgracia se pone la capa de héroe y heroína para ayudar a quien mas lo necesito en momentos críticos como el que paso.
Los vecinos y vecinas fueron los primeros policías, los primeros bomberos, enfermeros y enfermeras que auxiliaron a los afectados y resguardaron a quienes se vieron severamente afectados. Desde trasladar a personas quemadas, hasta repartir comida a familiares de las personas afectadas. Así como personas que ofrecieron su servicio como conductores de plataformas de transporte para ayudar a la búsqueda de familiares sin costo.
Ante la desgracia, aun se puede ver la esperanza, el amor, la cooperación y la ayuda; gente empática que, sin importar el clima, la situación de seguridad o económica, se pone al servicio de los otros. Esto es Iztapalapa, esto es México.