
“Tengo alas y pico, hablo y hablo pero no sé lo que digo. ¿Quién Soy?”. El perico mexicano, una especie de ave que es bien conocida por muchas y muchos de nosotros alrededor del país e incluso a nivel mundial.
Esta ave tan simpática pertenece a la familia de las aves psitácidas, en la que se incluyen pericos, cotorros, guacamayas y hasta cacatúas. Todas usualmente con la característica de contar con plumajes muy llamativos y, en su mayoría, con la capacidad de imitar sonidos, incluyendo palabras humanas
Esta familia se conforma de hasta 400 especies de loros dispersas alrededor del mundo. Sin embargo, aunque esto parece mucho, lo cierto es que sólo representa una pequeña fracción del total de aves que integran la biodiversidad mundial. Ya que en total se conocen más de 10 mil especies de aves.
No obstante, lo que hace tan entrañables a estas criaturas son las características que les ayudan a contrastar del resto de grupos de aves existentes. Ya que además de sus coloridas características, muchas de las subespecies conocidas tienen la particular habilidad para replicar sonidos de su entorno.
El perico mexicano es una de esas especies. De pico amarillo y plumaje verdoso, esta criatura tiene su hogar desde México hasta el norte de Nicaragua, incluso se ha reportado el establecimiento de unos cuantos especímenes en a parte sur de Texas, en Estados Unidos.
No obstante, de todas las especies existentes, seis son endémicas de México, como el perico cabeza roja, el perico cabeza lila, el periquito de Socorro, el periquito verde y el periquito azulado o catarina.
Los pericos en particular se distinguen por tener un pico fuerte y curvado, que utilizan para abrir semillas o nueces. Además poseen un cuerpo robusto con colores vivos que van del verde, rojo, azul, amarillo e incluso blanco. También cuentan con una fisonomía particular en sus patitas que les permite agarrarse de ramas y sostener su comida con firmeza.
Además de semillas, es común que los pericos también se alimenten del néctar, tal como los colibríes; existen otros que incluso comen insectos, tallos y hasta existe una especie que se caracteriza por ser carroñera, obteniendo alimento de animales que ya han muerto.
Pero probablemente lo que te interesa es saber acerca de esta particular habilidad de imitación. Bueno, aunque es una de las características de estas aves, en realidad esta capacidad difiere entre especies, ya que a diferencia de sus primos más grandes y lejanos, como el loro gris africano o los guacamayos, los periquitos imitan el habla pero no con la misma claridad.
En este sentido, a pesar de las diferencias, estas aves poseen esta característica gracias a zonas cerebrales que controlan el aprendizaje vocal. Aunque es cierto que muchos de ellos no comprenden lo que dicen, hay casos muy concretos que apuntan a que algunas especies sí pueden ser capaces de comprender y asociar las palabras en conceptos como las emociones.
Sin embargo, aunque probablemente muchas y muchos de nosotros hemos llegado a observar a periquitos volando al interior de una vivienda o incluso en su propia jaula, lo cierto es que es un animal silvestre. Aunque estas aves no … sus distinguidos aspectos coloridos, y su simpático modo de interactuar con los seres humanos, ha constituido una moda que busca domesticar alguna de estas aves.
La cuestión está en que la problemática trasciende al deseo de tener un perico como acompañante de nuestro día a día ¿Y cómo no?. Pero debido a la alta demanda, el perico, y el resto de loros, se han convertido en uno de los grupos de aves más afectados debido al tráfico ilegal de especies tan sólo en México.
Según información oficial de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, las 22 especies de loros, pericos y guacamayas que se distribuyen al interior del país, se encuentran en riesgo, por lo que este grupo de aves se ha consolidado como una especie protegida por las leyes mexicanas, por lo que está prohibida su captura ilegal.
No obstante, aún con esta normatividad, se presume que entre 34 mil y 41 mil 500 ejemplares son capturados por año para su comercio ilegal, con una tasa de mortalidad muy alta, lo que aumenta el nivel de riesgo para la preservación de esta especie.
Con este panorama resulta de suma importancia admirar la belleza y gracia de estos animalitos desde un enfoque más consciente y crítico al respecto de los riesgos que corre la especie, para preservarla. Así podremos escucharlos hablar por mucho tiempo más.