
Elisa Mendoza es una joven originaria de Valladolid, Yucatán, nacida el 23 de julio de 1997 y desde muy pequeña, identificó su “don” por la empatía y unas inmensas ganas de apoyar a los que la rodean, sin embargo, siempre le atrajo ayudar a uno de los grupos vulnerables, de los que no todos hablan, los adultos mayores.
La joven de 28 años actualmente se dedica a los bienes raíces, es madre de dos niños y cuidadora voluntaria de Luis Alberto Carbajal, un adulto de 90 años, nacido el 07 de agosto de 1935.
La niñez de Don Luis fue complicada, nació con espina bífida, por lo que comenzó a caminar a los 7 años y le costó mucho el proceso de aprender a llevar a cabo esta acción. Pero esa no es la única dificultad que Luis tenia que afrontar, su padre lo abandono cuando era muy pequeño y no solo no lo reconoció, sino que tampoco le dio su apellido, únicamente lo lleva a trabajar a una de sus fabricas de licor y lo despiden tiempo mas tarde, sin posibilidad de acceder a una pensión.
Don Luis tuvo familia, una esposa e hijos, entre los que falleció una pequeña niña, tras este hecho, su salud mental se deterioró y lo internaron en un hospital psiquiátrico, tras su salida de este lugar, se enteró de que su madrastra había sacado a su esposa del lugar en donde vivían, quien, obligada por la necesidad, se tuvo que juntar con otro hombre, perdiendo su familia.
Tras esto, sus sobrinos no lo dejaron solo y le dieron el hogar en el que ahora vive, sin embargo, nadie se había hecho cargo de él.
Pese a que Don Luis y Elisa fueron vecinos desde que ella tiene memoria, fue hasta hace 5 años que comenzaron una amistad, cuando su vecino perdió su trabajo que tenia en una escuela y no fue pensionado, por lo que recolectaba botellas PET en la calle para venderlo, mismo material que la joven recolectaba para posteriormente ser intercambiado para una despensa para la Casa del adulto mayor de Valladolid. Este seria el primer acercamiento a una larga amistad.
Elisa se dio cuenta que Don Luis no tenía familia, por lo que comenzó a acercarse a él para apoyarlo, otorgándole comida y haciéndole mandados. La joven dijo que sentía una necesidad de dejar su número telefónico en casa de Don Luis, en caso de que algo pasara. Fue entonces que una madrugada la policía la llamó para informarle que estaba muy delicado de salud y lucia muy deteriorado. “Ese día estaba muy muy mal, lo había visto una semana antes y en cuestión de una semana bajo como diez kilos, de verdad ni siquiera lo reconocí cuando lo vi”.
Para este momento, Don Luis se encontraba tirado en un colchón y toda la casa tenia eses fecales y sangre, Elisa con apoyo de los cuerpos policiales tuvieron que trasladarlo a un hospital, sin embargo, no logró que esto sucediera, negligencia que en la actualidad agradece, puesto que dijo que temía que el su vecino falleciera si llegaban a entubarlo. Este fue el motivo por el que Elisa tomó la decisión de apoyarlo.
Un día normal para Elisa es ajetreado, comienza su día preparando el desayuno, se traslada con algún cliente a las casas que vende, regresa a darle de comer a sus hijos y baña a Don Luis y le da de comer. Cabe destacar que Don Luis continúa viviendo en su casa.
Elisa y Don Luis se hicieron virales, luego de que ella subiera contenido a sus redes sociales y pidiera apoyo a sus seguidores para cuidar a esta persona y la ayuda llegó. Pese a que en esta época la madre de la joven estaba mal de salud y tenia que decidir entre apoyar a su vecino a su mamá, ella no dudo en apoyarlos a los dos y fue cuando de hicieron virales.
Elisa es un ejemplo de amistad, empatía, cooperación y amor por los otros; pese a que estaba en una de las épocas más difíciles de su vida y no sabia como iba a salir adelante con Don Luis, ella sabía que era una persona en situación de abandono, enfermo y que no tenia a nadie. Sin embargo, hoy, Elisa es una heroína digna de admirar.