Un Biofertilizante que duplica las cosechas y resiste la sequía, realizado por manos 100% mexicanas que están revolucionando la manera en que se desarrolla el campo y sus cultivos en el estado de Puebla.
A través de puro talento poblano, un grupo multidisciplinario de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) diseñó un inoculante de segunda generación llamado INOCREP, con la finalidad de promover la agricultura sustentable en Puebla.
INOCREP es un biofertilizante que incrementa el rendimiento de productos como el jitomate, maíz, frijol, papa y flores de ornato, al mismo tiempo que ayuda a los cultivos a resistir la sequía y salinidad del suelo, así como a reducir en un 50% el uso de fertilizantes químicos.
La Agricultura Sustentable se refiere a aquella que promueve la calidad del medio ambiente y los recursos básicos de los que depende la agricultura, a largo plazo. Provee los alimentos necesarios del ser humano, es económicamente viable y mejora la calidad de vida de las y los agricultores, así como la de la sociedad.
Existe todo un abanico de prácticas sustentables, sin embargo, este consiste en seis especies de bacterias que coexisten entre sí y son catalogadas como benéficas, mismas que se adhieren naturalmente a las semillas, colonizan en números elevados, eliminan patógenos y respetan a las bacterias benéficas que se encuentran en la naturaleza.
Este proyecto inició en 2008 con la tesis doctoral de la investigadora Yolanda Elizabeth Morales García, cuyo objetivo era encontrar la compatibilidad entre las bacterias benéficas se llevaron a cabo 120 cepas de 18 géneros, de las cuales solo 6 fueron las adecuadas. De esta forma se tramitó la patente en 2013 y en 2016 fue otorgada bajo el nombre de “INOCREP”.
Tras ser registrado ante el IMPI, este proyecto recibió financiamiento de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, para la obtención de permisos de licencia sanitaria y su registro, ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris). Además, de que se han realizado pruebas de irritabilidad, toxicidad y composición, con la finalidad de garantizar la inocuidad del producto, se establecieron protocolos de manufactura, calidad y seguridad.
“A nivel mundial no existe una patente con estas características, porque además de aumentar el rendimiento del fruto, remueve sustancias dañinas para la salud y actúa a pesar de la limitación de agua”, manifestó la Doctora Yolanda Elizabeth Morales. Una característica relevante ante un escenario en el que las lluvias de México pueden ser irregulares, consiguiendo periodos de sequía que afectan a los cultivos.
Una alternativa innovadora que aumenta la producción, disminuye el gasto, mantiene a salvo el suelo y ofrece una calidad mejorada en los agroalimentos que se comercian a la población.