
De acuerdo con los Instrumentos Internacionales de Derechos Humanos, la violencia contra las mujeres y las niñas y conforme a nuestras leyes, tiene origen en la discriminación y la exclusión, violando los derechos humanos de las victimas que puede afectar diversos aspectos de la vida de una persona, puede dañar a familias enteras e intensifica otros tipos de violencia en la sociedad, lo que impide ejercer los derechos e incluso alcanzar su plena realización personal y el bienestar de sus familias.
Actualmente las mujeres y niñas tienen una participación importante en los espacios públicos, asisten a instituciones educativas a la par que los hombres y contribuyen económicamente mas a las familias y la sociedad. Sin embargo, la fuerte presencia de las mujeres en todos los ámbitos las hace vulnerables a actos de discriminación y violencia que adoptan nuevas formas.
De acuerdo a la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la clasificación es la siguiente:
Por tipo; aquí entra la violencia física (se utiliza la fuerza física o con ayuda de un arma se agrede físicamente a la persona), psicológica (Desequilibra la estabilidad emocional de las victimas), sexual (aquella que hace daño a la sexualidad de la víctima), la económica (afecta la supervivencia económica de la persona) y la patrimonial (todo aquello que se refiere al patrimonio de la víctima).
La mayor parte de las veces estas violencias se presentan combinadas, en cuanto a las modalidades, la distinción es la siguiente:
Familiares; acto abusivo de poder que va dirigido a dominar, someter, controlar o agredir a las mujeres cuando se tiene relación de parentesco con la víctima.
Laboral o de docencia: se ejerce en el ámbito del trabajo, es un abuso que causa daño y atenta contra la igualdad laboral; en cuanto a la laboral, se ejerce en el ámbito educativo.
Comunitaria: se presenta cuando se trasgreden los derechos fundamentales de las mujeres en un ámbito de personas que agrupan en torno a ciertas características en comunes.
Institucional: se ejercen dentro de las instituciones publicas y organizaciones sociales para discriminar a las mujeres e impedirles el ejercicio de sus derechos.
Por su parte, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Publica, durante los primeros ocho meses de este 2025 se han reportado 146 casos de víctimas de Feminicidio, solo cinco entidades federativas concentran el 32.9% siendo el Estado de México el sitio con más número de casos (40), seguido de Chihuahua (30), Ciudad de México (26), Morelos y Sinaloa con 25 casos cada uno. Lo que deja al descubierto que el estado mexicano no tiene aún una política eficaz para combatir este delito.
Por otro lado, el 24.7% de este delito a nivel nacional se concentró en 20 municipios, siendo Ciudad Juárez en Chihuahua el numero con más delitos de feminicidio con 13 en total, mientras que ciudades como Ahome en Sinaloa, Amealco en Querétaro, Carmen en Campeche, Chalco en Estado de México, Comalcalco en Tabasco, Cuernavaca en Morelos y Ecatepec Estado de México registraron la tasa más baja en este delito con tres delitos cada uno.
Sin embargo, este delito comienza por el acoso, que es un tipo de violencia sexual hacia las mujeres y en ocasiones es difícil de detectar debido a su normalización. En el ámbito social se dice que es una injerencia ilegal, arbitraria y abusiva que comete una persona en contra de otras y puede repercutir en la vida de la víctima.
Cabe destacar que el acoso se percibe de diferente manera debido al lugar en el que cada uno se coloca en la sociedad que esta diseñada en términos masculinos, por lo tanto, a las mujeres se les pone en una posición vulnerable.
Hay diversos tipos de acoso como el acoso psicológico, físico, inmobiliario, laboral, ciberacoso, sin embargo, el más común es el acoso sexual.
La descomposición social es el principal es un factor detonante a estos diversos tipos de acoso, sin embargo, es importante mencionar que es importante fomentar la cultura de la denuncia, con la finalidad de no ser una presa más, sino afrontarlo.
Es importante mencionar que el acceso a documentos con cifras por violencia contra la mujer se ha vuelto un reto, en varias ocasiones, las organizaciones de sociedad civil han denunciado la falta de datos estadísticos con su segregación, con la finalidad de brindar información mas precisa.